Existe una tradición literaria donde este motivo se encuentra muy presente sobre todo asociado al hecho amatorio. En textos de Plauto como Asinaria o Mercator lo hallamos, pero también en obras de Cervantes, tanto entremeses como en el propio Quijote.
Hemos cambiado los hechos por los acontecimientos, y vivimos en una distopía que nos ha hecho perder las referencias, los principios y los valores, y nos ha dejado en manos de los encantadores mediáticos, esos que cobran sólo y exclusivamente por confundirnos y por enmarañarlo todo, para, de esa manera, poder llevar a cabo sus tropelías y por supuesto, obtener pingües beneficios económicos.
El lector, al analizar los cuentos, se admira de la potente capacidad visionaria de la Pardo, transmitiendo conceptos que hoy, incluso, resultan novedosos.
La muerte de Juan Lorenzo le permite crear una alegorización de la naturaleza que posee mucho de idealización vida/muerte en un ámbito que procede directamente de esa tradición de transubstanciación muy presente desde el Medievo.
El violinista imposible es un homenaje a su padre, que tocaba el violín y de soslayo a su tío, el gran músico Ángel Barrios. Estructurada en tres partes, podría tener un recorrido mayor.
La última y riquísima aportación a este debate, es la realizada por el profesor de la Universidad de Málaga, Francisco Morales Lomas (Jaén, 1960). Bajo el título de “El hilo de Ariadna”, subtitulado “Literatura y crítica contemporáneas”, aporta 696 páginas de ejercicio de teoría literaria de muy apreciable nivel intelectual.
Por Carolina Molina Raúl Ariza Por mi gran culpa Madrid, Edaf, 2020 Un lugar común al que se aferran los críticos literarios para decir que
Progresivamente vamos sabiendo datos de Corpi (Bohle) que desaparece con una carga de oro en 1941, tras robar a Salas, quien pide al comisario Polo que lo mate tras sentirse traicionado.
Una novela que se lee con una fluidez exquisita y, aunque el lector siente a veces que lo que ocurre tiene visos de inverosimilitud, la realidad que vivimos, y que nos ha superado intelectual, técnica, científica y logísticamente nos ha superado; y, sin embargo, aquí estamos: impávidos y arrobados sin saber qué hacer.
El título elegido para la edición española es infinitamente más acertado que el de la edición inglesa, Flights, porque Los errantes es una obra sobre el movimiento, la migración, el desplazamiento, todo ello entendido de una manera literal o metafórica.
El mundo de la publicidad absorbe todo: “Aunque no te des cuenta estamos siempre cerca de ti. Nuestro mejor regalo es conocerte. Hacemos tu compra más fácil”.
La pintura prohibida de seres humanos y de depredadores, es decir, el tabú mismo que nadie sabe de dónde procede ni qué utilidad tiene pero se sigue respetando y de cuya transgresión vienen todas las desgracias y maldiciones.
Diario del Renacimiento lo divide en dos apartados: “Breve reseña de mi vida (Desde la infancia hasta el comienzo del Diario del Renacimiento)” y “Diario del Renacimiento”.
Hay un discurso moral en su modo de ser, pero también un discurso vital que nos permite sentirnos identificados con muchas de las ideas que transmite.
Ubi Sol Occidit aborda el mito y la historia del Santo Grial y sus leyendas en torno a los mitos artúricos.
A lo largo de tres generaciones de mujeres, más la protagonizada por ella misma, esto es la biznieta, va desgranando el retablo de unos personajes irrepetibles, con una inusitada brillantez expositiva, y donde hay lugar para todo: la pasión y la muerte, el dolor y el gozo, la alegría de vivir y la tristeza inconsolable del paso del tiempo.
Sur es una magnífica novela, llena de brillo y de tensión.
Con tal fin nos sumerge en una cosmogonía de la modernidad que exige lectores activos, no hipócritas, abriendo una extensa red cohesionada de repeticiones semánticas (isotopías), sintácticas (paralelismos, estribillos, anáforas) y léxicas.
Y eso convierte la vida cotidiana en el infierno de la lucha entre el yo íntimo (el ser) y el yo social (el aparentar ser).
“Reír, Sara, reír, puedes reír cuanto quieras, / el milagro es contigo, / tú / libre / en el encinar de Mambré”.
Poesía más allá de los dualismos antitéticos verso / prosa, ilustración / romanticismo, clasicismo / modernidad… Arte sin límites, de ahí la fusión constante con la música y la pintura en numerosas composiciones.
El poder cuestionado reacciona y silencia al animal que tiene la palabra, zoom logos aristotélico.
En Claroscuro se recogen algunos de estos poemas, que no pertenecen a libro alguno y que probablemente Pablo tenía la intención de publicar en un volumen único, aunque nunca dejó nada escrito sobre su destino, cuando ya la visión lo había literalmente abandonado.
Resulta muy interesante su definición de La Diferencia: “¿qué era La Diferencia? En verdad, casi nada, y tanto: casi nada, no se aportaba una sistematización preceptiva, sino, sólo, ilusionadamente, un estado de aseidad: ser lo que se es y no otra cosa” (p. 17).
Nadie mejor que un abuelo para dar la respuesta oportuna a las preguntas inquietas de un niño, esas que se proyectan una detrás de otra con los ojos bien abiertos y los oídos atentos.
Castro destruye los cimientos de la historia establecida construyendo un nuevo sujeto frente al objeto deshumanizado del progreso material.
El poeta no habla de “máscaras, ni artificios”, “hablo del dolor, la verdad del dolor, el ahogo de la pérdida”, “del “temblor desconsolado” o de esa “bestia que habitaba bajo su cama”.
Es este libro un puente que traza la autora con ese futuro— expectante— que decíamos y con el pasado, que vamos abandonando entre nostalgia, alegría y tristeza a un mismo tiempo
“creación literaria que no lleve consigo conciencia no es creación”.
José Infante ha elevado una colosal elegía del recuerdo, crónica más connotativa que notarial, con la que invocar el milagro de la eternidad presente, de la totalidad, desde la fragilidad de lo que conocemos, de lo vivido, de lo experimentado: “Mi voz interior dice, es difícil abdicar / de la belleza, renunciar para siempre / a la hermosura”.
Apostasía, de Antonio Díaz Mola, es un libro sin dobleces, por derecho, una declaración de intenciones poéticas tan respetuoso en lo formal como subversivo en su fondo.
Esta obra, dividida en dos partes. viene a reforzar aquel estudio brillante ya aludido aportando una amalgama de reflexiones, reseñas y entrevistas con/sobre protagonistas de diversas generaciones de ambas orillas del Atlántico.
Y pienso que se equivocaba de plano, él o el mundo de los críticos, porque consecutivamente obtendría con ella el XXVII Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma y el XXIV Premio Andalucía de la Crítica en la modalidad de poesía. ¡Qué duda cabe! El mundo está cambiando.
cada pareja de poemas aborda un tema con dos caras disímiles, tesis y antítesis, tituladas, por ejemplo, “Intenta explicarme esta nada” y “No intento explicarte esta nada”.
Así, el amarillo nos llevará hasta el “trigo maduro”, el calor de la época estival y a ese “queso gigante” que llamamos sol.
se escuchan los ecos de Calderón (“Oh, inhóspito de mí”), Bécquer (“¡Qué solos y qué tristes y qué amargos los mortales!”), Rubén Darío (“¡Ay, cuánta juventud!”), Antonio Machado (“Todo es pasar, pasar”).
Caballero Bonald resalta los rasgos de la actividad creadora de Juan Ramón Jiménez, especialmente el concepto de obra total que diferenció la escritura de J.R.J, como una permanente revisión, asentando la insatisfacción y la insuficiencia como elementos bases del buen poema.
La globalización, la inclusión de otras lenguas en el canon exige una suerte de visión, la introyección de otro espacio, espiritualidad que acrece conforme creamos conciencia del propio decir.
Efectivamente: las redes han sido un medio de intercomunicación entre ellos, pero -obviamente- su poesía no tiene como fin último proyectarse mediante difusión digital.
“Es difícil matar, practicar sexo, / desenvainar espadas con los labios pintados / y llegar justo a tiempo para poner / la mesa”.
con un lenguaje cuidado e intimista, cargado de símbolos, siempre en la búsqueda de la belleza, la sensorialidad, la pasión o lo sublime frente a la fugacidad de la vida.
El nacimiento de la niña y el deterioro-muerte del padre se convertirán en las dos experiencias cardinales del sujeto poético que darán sentido a todo el libro. Entre ambos extremos, los poemas construyen hilos y puentes necesarios para comprender que no es posible la vida sin la muerte, que no existe el amor sin el dolor,…
deja entrever en sus versos esa condición asombrada sin la cual no puede tener lugar un análisis de la verdadera profundidad de la existencia, “por debajo del nivel freático”, en palabras del propio Margarit.
Gálvez siente predilección por los poemas breves y los versos cortos, como si pretendiera aunar en un flash íntimo la emoción y el pensamiento.
La novedad del texto que nos ocupa es la delimitación temporal, esos últimos 24 años que han dado una nómina de poetas tan heterogénea como valiosa.
Una conquista es siempre belicosa, pero también es cierto lo siguiente: en Hispania, los celtíberos vivíamos (nótese la primera persona del plural) tan tranquilos.
“Sólo una visión global y una indignación global podrán ponerle freno a la violencia global, al desastre que acarrea, mitigar la náusea global que nos produce y promover acciones locales que reviertan, si no en un bienestar, en un mejor estado global”.
“Sobre María Zambrano” es, ante todo, una declaración de amor al legado de la escritora malagueña.
«un capitalismo basado en la impunidad, la desigualdad y la avaricia».
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