Taller de narrativa impartido por F. MORALES LOMAS.
F. Morales Lomas, 1957, Campillo de Arenas (Jaén).
FOCALIZACIÓN, PUNTO DE VISTA O VOZ DEL NARRADOR (ES)
Consiste en decir quién va a contar la historia.
En nuestra historia debemos tener muy claro quién va a ser el narrador o quiénes van a serlo. En la novela La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes se narra en primera, segunda y tercera personas.
Tipos de focalización, es decir, dónde pone el foco el que narra, cuál es su punto de vista:
Cero: quien narra es un narrador omnisciente (que lo sabe todo) y se sitúa fuera de los acontecimientos y con un conocimiento total de los personajes.
Interna: el narrador toma el rol del personaje y se narra desde su interior bien como protagonista, bien como personaje secundario.
externa: el narrador se ubica fuera de los hechos y personajes en un sentido limitado.
Narrador protagonista: cuenta en primera persona los hechos; cuenta su propia historia. El relato es subjetivo. El narrador y el protagonista se funden. Por ejemplo, Lazarillo de Tormes, o En busca del tiempo perdido de Marcel Proust
Monólogo interior: A veces este narrador protagonista o no en realidad monologa “internamente” (monólogo interior), también conocido como stream of consciousness o como flujo de conciencia, técnica que consiste en reproducir los mecanismos del pensamiento del narrador en el texto, tales como la asociación de ideas. El monólogo interior se realiza siempre en presente, incluso aunque el monólogo trate temas pasados.
Monólogos interiores muy conocidos narró Dostoievski en Memorias del subsuelo y en Mientras agonizo o El ruido y la furia de William Faulkner.
Narrador testigo: Es un personaje secundario que narra la historia en primera persona, no su historia personal, sino la de otro sin participar en ella, se limita a reseñar los hechos, precisamente como un testigo, sin interferir o alterarlos.
Narrador heterodiegético: cuando el narrador se sitúa fuera de la historia, no forma parte del relato. Por lo general narra en tercera persona. Y habitualmente tiene mayor grado de objetividad.
En este ámbito estaría el narrador omnisciente: que conoce todo respecto al mundo creado. Es como un dios que conoce profundamente el pensamiento de los personajes y lo que va a suceder. Domina totalmente el relato y puede influir en el lector.
Pero también el narrador heterodiegético puede ser narrador observador u objetivo: narra exclusivamente lo que ve, oye, lo que observa en tercera persona sin participar en nada. En algunos casos es como si se tratara de una cámara de cine.
El Narrador Equisciente solo conoce algo de un personaje determinado en el que se centra, mientras que del resto de personajes solo sabe lo que puede ver o intuir.
Narrador en Segunda Persona: se desarrolla la historia dirigida hacia un “tú” o un “vosotros. No es habitual. Es corriente en el género epistolar. Aquí el lector es el protagonista. Este narrador consigue una sensación mágica: que los acontecimientos de la historia los protagonice directamente el lector.