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XIV PREMIO DE LAS LETRAS ANDALUZAS “ELIO ANTONIO DE NEBRIJA”

JULIA UCEDA (Sevilla, 1925). 

Accésit del premio Adonáis de poesía en 1961 con el poemario Extraña juventud, Julia Uceda Valiente, la escritora sevillana afincada en Galicia, será la primera mujer en conseguir el Premio Nacional de Poesía de España en 2003, por la publicación de En el viento, hacia el mar, unaantología de su obra completa. A partir de este momento no ha dejado de recibir reconocimientos y homenajes. En 2006, el Premio de la Crítica de Poesía Castellana y el Premio Andaluz de la Letras «Luis de Góngora y Argote». En 2017 fue designada “Autora del año en Andalucía”. Dos años después, en 2019, se le otorga el Premio Internacional de Poesía García Lorca-Ciudad de Granada; y, en 2021, recibe la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, otorgada por el Consejo de ministros del Gobierno de España. Miembro correspondiente de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras, en 2005 se le entregó el título de Hija Predilecta de Andalucía en Sevilla, ciudad en la que se dio su nombre a una biblioteca pública. Y hace apenas un mes, en septiembre de 2022, Julia recibía la máxima distinción del Ayuntamiento de Ferrol, la Medalla de Plata de la ciudad ferrolana al mérito cultural, a la que asistió Miquel Iceta, ministro de Cultura de España, y un nutrido número de relevantes personalidades.

En 1959, Julia Uceda publicaba su primer libro Mariposa en cenizas en la revista Alcaraván de Arcos de la Frontera y, desde entonces, su participación en los círculos sevillanos de poesía está ampliamente atestiguada, dirigiendo junto a Manuel Mantero y Ángel Benito la revista Rocío. Julia se licencia en Filosofía y Letras en la Universidad Hispalense, donde asimismo se doctora con una tesis sobre el poeta José Luis Hidalgo. Tras su paso por diferentes universidades y colegios de Estados Unidos, Irlanda y España, finalmente obtendrá la cátedra de Literatura Española en la Universidad de Sevilla. En la actualidad reside en el ferrolano valle de Serantes, en medio de la naturaleza, rodeada de árboles y muy cerca de uno de esos pequeños ríos que tanto conmovían a Rosalía de Castro.