Por Rafaela Hames Castillo
Piticoy, la revolución del nahual.
Oscar Sánchez Riveroll
Nada hacía presagiar que tras escasos años de nuestra estancia en algunas localidades del estado de Jalisco, concretamente en Guadalajara, Puerto Vallarta, San Gabriel y Sayula; los paisajes y energía de aquellos rincones que quedaron, ya para siempre, formando parte de mi propio paisaje interior, me llegarían de nuevo cargados de una inconmensurable fuerza vital gracias a las páginas de la obra que lleva por título Piticoy, la revolución del nahual, primera novela publicada por Óscar Sánchez Riveroll en Editorial ReSa de Guadalajara (México) el pasado mes de enero.
Óscar, además de ser, en marzo y abril de 2019, uno de nuestros generosos anfitriones por aquellos días de encuentros literarios e intercambio cultural entre diversos países, con motivo de las Jornadas Iberomexicanas de Poesía y el Festival de Poesía Letras en la Mar, es periodista, historiador, cafeticultor y asesor ambiental.
Como periodista, ejerce en el Diario Milenio del Grupo Multimedios aportando interesantes columnas a la sección de cultura de dicho diario desde hace más de seis años, es colaborador, asimismo, de revistas nacionales e internacionales.
Dado que trabajó como asesor ambiental durante años en el área de desarrollo rural sostenible, adquirió grandes conocimientos sobre las sierras y valles del occidente mexicano. Ello, unido al contacto estrecho con las comunidades de la zona, le permitió, por un lado, ahondar en la significativa influencia que sobre la idiosincrasia de los pueblos ejerce la orografía del territorio y, por otro, enlazar con la trayectoria histórica y constatar el peso de personajes históricos que a día de hoy forman parte del imaginario colectivo siendo base de muy interesantes leyendas y cuentos.
Piticoy, la revolución del nahual es una obra magistral, abundante en contrastados datos históricos, riquísima en matices y apuntes de diversa índole que abarcan desde las tradiciones más ancestrales, pasando por el relieve del paisaje -narrado con absoluto virtuosismo estético a la vez que con total objetividad- hasta el perfil actual de las sociedades a través de diferentes momentos de su cronología así como del estatus social, prestando especial atención a las clases más desfavorecidas y deteniéndose en ello desde un punto de vista primordialmente crítico, desmenuzando al detalle las diferentes facetas de la más descarada corrupción con un hábil manejo de la ironía presentando los deleznables hechos tal como suceden, sin juicios, con naturalidad, sin que se perciba en ello la intencionada, implícita, justa, feroz denuncia.
Con Piticoy, la revolución del nauhal, viviremos numerosas experiencias de muy variada naturaleza a un infatigable ritmo que recorre, con un pespunte de perfectísimo zigzag, historia y actualidad; magia y realidad; espiritualidad y materialismo; honda humanidad y extrema crueldad en un prodigioso cruce de tiempos, seres y lugares con varios frentes de denuncia sobre los aspectos de organización social más relevantes.
De alguna manera, se intuye y vive la atmósfera que recreara uno de los escritores hispanoamericanos más importantes del siglo XX, Juan Rulfo, quien plasmó en su obra, El llano en llamas, un universo marcado por la memoria y la devastación producida por la Revolución Mexicana, tema central de Piticoy, la revolución del nahual donde, al igual que en El llano en Llamas, Pedro Zamora, recorrerá numerosas páginas.
Personajes de la sociedad tapatía, algunos de ellos tomados de la realidad, se dan cita en esta infatigable obra, siendo protagonistas de la misma los investigadores, Juan Manuel Pedroza y Cástulo García, cuya vida transcurre inmersa en la sórdida escala de valores que, desde los órganos de poder alcanza todos los estamentos incluido el cuerpo de policía al que ambos pertenecen. Será a partir del asesinato de un importante anticuario, que desciendan aún más por la espiral del crimen, los bajos fondos, la explotación, la prostitución, la doble moral y los aspectos más oscuros de la ambición. Cástulo, no obstante, experimentará una especie de catarsis progresiva conforme avanza en la investigación ya que un misterio, estrechamente relacionado con su extraña situación personal, está íntimamente ligado al origen de la investigación que ha de realizar junto a Juan Manuel.
Una obra que ha precisado años de profusa investigación con una sorprendente capacidad de cohesión entre no pocos factores determinantes, radiográfica del interior humano, definiendo al detalle el carácter individual de cada uno de sus personajes, profundo conocimiento espacial donde se desarrollan los hechos y un riquísimo despliegue de vocabulario que abarca desde lo culto a lo popular virtuosamente distribuido, todo ello, junto con el clima creado, hace que amantes del género y quienes no lo sea tanto, no puedan alejarse demasiado de sus páginas y su impecable contenido.