Por Manuel Francisco Reina
Morir lo necesario.
Alejandro G. Roemmers.
Grijalbo, Barcelona, 2022.
Presentada en la Feria del Libro de Buenos Aires por el Nobel Vargas Llosa, Morir lo necesario, de Alejandro G. Roemmers es la primera incursión de su autor en el género del thriller. Su anterior novela Vivir se escribe en presente, que se mantuvo en el número uno de ventas durante varias semanas en Argentina, es, en cierto modo, aunque nada tenga que ver en tema, personajes, ni forma, el punto de partida, y también el reverso “Vivir/Morir” de esta segunda entrega. Nadie diría que es la primera incursión en la novela negra de su autor. Con una temática de rabiosa y descarnada actualidad, el engranaje literario de esta novela entronca con los mejores referentes del género, desde Conan Doyle a Le Carré. Un perfecto artefacto literario de protagonistas, antagonistas y situaciones tensionales que retratan, en gran medida, la sordidez del mundo actual, con todas las construcciones de intereses y crímenes por la consecución de los deseos y del poder. Difícil reseñar una novela de suspense sin desentrañar su trama. Mucho más ésta, compleja a todos los niveles de escritura, con enormes tintes poéticos y sugerencias literarias, cambios de registros lingüísticos de sus personajes, según extracción social y jergas; de construcción de caracteres, de una verosimilitud y variedad psicológica y emocional apabullantes; y de trama, real, compleja, reconocible, en la que las apariencias se diluyen en realidades poliédricas, y donde los culpables materiales pueden resultar otras víctimas de aquellos que no se manchan nunca las manos, pero están detrás de todo. El detective Luis Fernández, actúa como un peculiar investigador, icono de este tipo de novelas de suspense, que va a ir descubriendo y descubriéndose en las debilidades y secretos de sus investigados y colaboradores, como la oficial Romina Lacase, de una forma sorprendente, conforme más se va adentrando en la vida de los demás. Lejos de la tramoya de cartón piedra de otras novelas de este género, Morir lo necesario, de Roemmers, respira y transpira verdad. Lo narrado, aunque literaturizado, es el trasunto de verdades, sucesos y experiencias reales, porque la vida, siempre, supera a la ficción más cerebral y premeditada. Sus personajes son de carne y hueso, humanizados y profundizados psicológicamente en sus virtudes, pero también en sus defectos, donde todos podemos reconocernos. Narración vertiginosa, sorprendente a todos los niveles, en la que, uno de los mayores aciertos y logros del autor, es hacernos reflexionar sobre el peligro de nuestros propios deseos, y la frágil línea trazada entre una persona normal y un asesino. Como el maestro del suspense, Alfred Hitchcock, Roemmers nos demuestra en esta obra que, la peor forma de matar a alguien es aquella en la que ni siquiera tienes que tocarlo.
