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ELOGIO DEL TIEMPO

La humildad necesaria para comprender el asunto está en este “elogio” (en esta “eulogy”) del poeta, quien se propone dar con “el nombre puro de las cosas”, en un silencio aprendido más del Oriente que de la otra dirección, una pureza que no se refiere, evidentemente, a aquella pretendida de la vieja poesía pura.

Por Luis Correa-Díaz

Eulogy of time

José Sarria

(Valparaiso Editions USA, 2023)

Una antología personal es siempre una especie de (auto)retrato en el tiempo, más ésta del poeta andaluz José Sarria, cuyo título, Eulogy of Time, no hace sino situar esta especie de selfie poético cronológicamente secuenciado y selecto en el prime time de su basta producción literaria. Como señala su prologuista, Manuel Gahete, Sarria ha desarrollado una vida y una obra guiadas por la luz de la “solidaridad”, ejemplos de “responsabilidad literaria” y “crisol acendrado de sinceridad poética”. No sabemos qué cosa es el tiempo, pero sí que nos duele la mayoría de las veces, para donde sea que miremos, y a veces nos hace sentirnos felices de vivirlo. Creemos saber más del espacio, pero olvidamos que están imbricados como una pareja haciéndose el amor. Carlo Rovelli, en The Order of Time (2018), se pregunta: “What am I listening to when I listen the passing of time?” Desde dos miradas y escrituras diferentes —y esto debería ser una pregunta: ¿lo son?—, tanto su libro como el de Sarria son una respuesta frente a este misterio, uno de los más grandes que todavía queda, eso creemos en nuestra altanería. La humildad necesaria para comprender el asunto está en este “elogio” (en esta “eulogy”) del poeta, quien se propone dar con “el nombre puro de las cosas”, en un silencio aprendido más del Oriente que de la otra dirección, una pureza que no se refiere, evidentemente, a aquella pretendida de la vieja poesía pura. Es una cuestión de ajustar la voz a la mirada y de mirar más a los cielos que alrededor, aunque en estos poemas, como en todos los de Sarria, no faltan las mil vicisitudes del humano latir. Sin embargo, para esta reseña, veo en ese breve poema titulado “Mirar a las estrellas”: “Mirar a las estrellas:/ un pequeño tesoro/ para los que no tienen/ más fortuna que el tiempo” (incluido en su libro La voz del desierto), al poeta plenamente involucrado en la poética mayor de nuestro tiempo que, para los que la han oído, traída por el viento de la historia de nuestra aparición planetaria, viene de muy antiguo. Como la veo igualmente, a veces en discreta pasión cósmica, en otros, como, por ejemplo, en esa poderosa imagen que nos geolocaliza: somos, quisiéramos ser, esa “huerta del cielo”.

Finalizo, no sin antes dejar constancia que, dada la naturaleza bilingüe de esta antología, Sarria ha tenido la fortuna de contar con la traducción del mejor traductor estadounidense de poesía española contemporánea, al inglés de estas latitudes, obviamente, el poeta y académico de la University of North Georgia, Gordon E. McNeer.