Poética del deseo en Camino de piedra azul, de Almudena Tarancón

Aprendemos en Camino de piedra azul que la poesía no solo consiste en fabricar versos sino en mostrar niveles originales de la realidad, trazar nuevos caminos, siendo uno de ellos el camino azul de la vida o el hilo azul de la existencia, teniendo en cuenta el simbolismo, la polisemia y las múltiples metáforas que encierra el color azul. La “vie en rose” está mejor en azul. Es sorprendente ver que “azul” es el anagrama de “luz”. Luego el “azul” ilumina, ofrece nuevas percepciones, abre puertas y caminos, enseña una forma de vida sui generis, la de la poesía, una poesía que nos interpela y embriaga, nos aborda y seduce porque al fin y al cabo traduce nuestro propio malestar y nuestra sempiterna búsqueda de la felicidad.
Forma y sentido de “Caminante, no hay camino”, de A. Machado

El poema objeto de estudio ha conocido una notoriedad universal inigualable, tanto en los medios
académicos, como en la esfera pública. Sin embargo, no ha sido estudiado de forma profunda y meritoria. Para
paliar esta laguna, el presente artículo propone aplicar los modelos teóricos de A.-J. Greimas, R. Jakobson y P.
Ricoeur, cuya elección radica en que, al asociar respectivamente los enfoques estructural, pragmático y
hermenéutico, ofrecen un método de análisis riguroso e integral.
MADRE O LA POESÍA COMO REFUGIO

Madre José María Sánchez Aranda Averso Poesía (2025) Por Ramón Martínez José María Sánchez Aranda no es un poeta al uso, ya que su imaginario poético no puede, ni debe entenderse sin tener en cuenta su lenguaje pictórico. El autor de Siempre o de Ensoñaciones ha logrado crear un corpus poético sui generis, instalado en […]
“Tiempo de espera” del poeta español José Sarria o elogio a los tiempos laberínticos

El hacer énfasis en “provisional” subraya que el libro “Tiempo de Espera” no dejará de atraer más lecturas hacia sus prometidas eras poéticas, enriquecidas con sus señales y gestos que no se limitan a forma, color o palabra.
Una conclusión provisional ciertamente, pero que no omite recordar la estrategia compleja en la que se basa el libro para recibirnos. Se propone cerrar su círculo sobre nosotros para poner a prueba nuestra capacidad como lectores de interactuar con los espíritus de sus laberintos guardados por sus linajes poéticos, y para poner a prueba nuestra capacidad de habitar en el tiempo de espera, en busca de diferentes Ítacas, ya sea aquellas que residen en nuestros interiores, asimismo en los interiores que seguramente existen allí, en la dirección opuesta a la que ahora ocupamos.