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HISTORIA DE UN ALMA

Y pienso que se equivocaba de plano, él o el mundo de los críticos, porque consecutivamente obtendría con ella el XXVII Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma y el XXIV Premio Andalucía de la Crítica en la modalidad de poesía. ¡Qué duda cabe! El mundo está cambiando.

Por Manuel Gahete

Antonio Praena
Historia de un alma
Madrid, Editorial Visor, 2017

Como una empresa descabellada –declara su autor– se inicia Historia de un alma. Y pienso que se equivocaba de plano, él o el mundo de los críticos, porque consecutivamente obtendría con ella el XXVII Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma y el XXIV Premio Andalucía de la Crítica en la modalidad de poesía. ¡Qué duda cabe! El mundo está cambiando. Con acento pagano pero alumbrado por San Juan de la Cruz, aspiración que ansían los escasos poetas neomísticos que han sido y son aún estigma o llama, Antonio Praena consigue construir un discurso lírico o antilírico, pecable o impecable, porque de todas estas formas podríamos describirlo, mezcla bien fraguada de expresión y contenido, de significantes y significados, aun cuando se adentra en temas poco gráciles, que podrían parecer a los más puristas chirriantes burletes, goznes oxidados quebrando el equilibrio y la mesura (“No me gustan los rusos”), lo que quizás Praena desea conscientemente, sobre todo cuando comprobamos que en su lenguaje armonioso, tachonado de recursos léxicos, se integran vocablos y expresiones proclives al argot callejero (“Por eso follan como locos”, “poniéndome hasta el culo de farlopa”, “El muy hijo de puta”); términos incorporados inexorablemente a la vida diaria y tan habituales como los de postverdad, brókers, Ipad, Iphone, Android, Audi, Piaget, Silbon, Adidas, Levi’s, Rolex, Kawasaki…, pululando con naturalidad entre estos versos que recuerdan a veces viejos salmos sazonados de epíforas a modo de sentencias, único vestigio o diluida sombra del creador, fraile dominico y profesor en la Facultad de Teología Vicente Ferrer de Valencia, que no desdeña –y hasta parece que los goza– los temas más anfractuosos: la prostitución, el proxenetismo, los moteros, las drogas, el mundo de la noche. Su capacidad para alear la tradición con la posmodernidad es ciertamente incuestionable (“Carpe noctem” o “Recriminación de Manrique”). Heterodoxo y hasta subversivo, en Historia de un alma se refleja la infausta situación de una sociedad acuciada por la carencia de ilusiones, creencias e ideales; vacío que nos conduce –no sé si inconscientemente– a la ególatra selfie, el sexo sin amor, la evasión de las responsabilidades, el lujo a toda costa o la ausencia absoluta de conciencia. Radiografía descarnada de un statu quo que renuncia a la verdad, la bondad y la belleza para investirse histriónicamente de tibieza, materialismo negligencia e hipocresía. Aunque se prueba la disculpa, de poco vale la atrición por la sed no saciada, arrancar a la luz luz más oscura, dar a la caza alcance neciamente, si al final no somos más que hombres pronunciando palabras que nunca cambian nada, aspirando sin convicciones a vivir o no morir estérilmente.