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LA CANCIÓN DEL SENDERO

se escuchan los ecos de Calderón (“Oh, inhóspito de mí”), Bécquer (“¡Qué solos y qué tristes y qué amargos los mortales!”), Rubén Darío (“¡Ay, cuánta juventud!”), Antonio Machado (“Todo es pasar, pasar”).

UN PODEROSO DIARIO LÍRICO

Gálvez siente predilección por los poemas breves y los versos cortos, como si pretendiera aunar en un flash íntimo la emoción y el pensamiento.